noviembre 01, 2007

Perón y EE.UU.

Se desarrollaba la Guerra Fría y sus participantes eran Estados Unidos Y la Unión Soviética. La Argentina no quería estar en ninguno de los dos lados, por eso Perón lanza la denominada Tercera Posición o Tercer Mundo. Esta fue una cosa retórica ya que en los grandes foros internacionales, la delegación Argentina voto casi siempre junto con los estados Unidos, pero se mantuvo aislada de organizaciones como el F.M.I., la UNESCO y la FOA, respondiendo así solamente a la política económica que Perón llevaba a cabo. Esta idea de la Tercera Posición hizo que el pueblo se sintiese mas nacionalista que nunca, dándoles la idea de que nuestro país podía ponerse a la altura de las economías internacionales y mantener una posición neutral. La Tercera Posición era respaldada por la tercera guerra mundial que no se concreto. La llegada del embajador norteamericano, Spruille Braden, radicalizó el proceso político interno y las fuerzas opositoras encontraron en el representante de Truman un verdadero jefe, cuya primera decisión fue suspender los acuerdos que se habían logrado semanas antes con una misión económica norteamericana. De allí en adelante, Braden y Perón se agredieron prolijamente. Se clarificaba rápidamente el panorama político y las dos grandes alternativas que habían de plantearse los argentinos en términos electorales redondeaban sus respectivas propuestas. De un lado, la democracia liberal, políticamente formalista y convencional, deseosa de retornar al sistema anterior a la revolución del 43 con las correcciones debidas. Del otro lado, un fervoroso caos popular que tenía a Perón por líder indiscutido y se abrigaba un profundo contenido nacional y una adelantada actitud en el campo social. Después lentamente aumento el distanciamiento debido a la negativa del Gobierno Militar Argentino de sumarse a la política continental de ruptura con el eje, impulsada por los norteamericanos. En 1944 dieron un ultimátum a nuestro gobierno diciendo que se producía la ruptura o publicarían documentos probando las relaciones con los alemanes. También amenazaron con un bloque mundial a los buques argentinos. En enero de ese año nuestro gobierno rompía relaciones diplomáticas con los países del eje.Perón se acercó a gobiernos de corte nacionalista y popular como el de Franco en España. Para 1953, poco antes de su caída, Perón había tendido nuevos lazos con Estados Unidos.

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“…Por esa razón, es necesario que todos los trabajadores argentinos sean, permanentemente, difusores de nuestra doctrina. Que sean ellos los millones de verdaderos predicadores que la Patria necesita para elaborar su triunfo final…” Juan Domingo Perón.